Mujeres, carne y sexo

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Descripción

Título: MUJERES, CARNE Y SEXO. Los cuentos tradicionales y la ideología cazadora-recolectora de los bosquimanos ju|’hoansi del Kalahari
Autora: Megan Biesele
Traductor: José Manuel de Prada Samper
Ilustración de portada: Juan Bruno
ISBN: 978-84-09-55692-2
Nº de páginas: 373

sobre la autora

Megan Biesele se doctoró en Antropología por la Universidad de Harvard en 1975. Desde entonces ha investigado y trabajado en torno al folklore y los sistemas de creencias y sanación de los bosquimanos ju|’hoan de Botswana y Namibia, así como en sus derechos sobre la tierra, educación en su lengua materna y documentación de la lengua misma. Ha enseñado antropología en la Universidad de Texas, la Rice University, la Texas A&M University y la Universidad de Ciudad del Cabo. En 1973 fundó junto colegas de los Estados Unidos el grupo de apoyo y defensa Kalahari Peoples Fund, del que fue directora hasta 2023. Entre sus publicaciones se cuentan tres libros y numerosos artículos sobre el folklore ju|’hoan.

contraportada

Fruto de una investigación dilatada y rigurosa, Mujeres, carne y sexo es quizá el mejor libro en torno a la narración oral y su importancia en el devenir de las sociedades humanas que se haya escrito nunca. La obra se basa en las experiencias de Biesele con los cazadores y recolectores ju|’hoansi del Kalahari a principios de los años de 1970 y en los relatos que recogió de sus mejores narradores. Exigente pero accesible, el libro supera con mucho los confines de lo académico y nos invita a reflexionar sobre el papel crucial de las formas de creación artística en la evolución humana. Con sus descripciones detalladas de rituales curativos e interacciones cotidianas, Mujeres, carne y sexo explora también las relaciones entre lenguaje y juego, arte y supervivencia, danza y sanación. El núcleo del libro lo forman una decena de mitos ju|’hoansi recogidos por la propia autora que son en sí mismos joyas de la literatura universal. Una lectura necesaria para cualquiera que tenga un interés profesional, filosófico o puramente estético en los cuentos tradicionales.

el libro empieza así

Los bosquimanos ju|’hoansi

Con su baja estatura, su tez amarilla y otros rasgos físicos que los distinguen considerablemente de sus vecinos africanos negros, los cazadores-recolectores bosquimanos han vivido al sur de la línea marcada por los ríos Congo-Zambeze durante al menos once mil años. La mayor subdivisión lingüística de los bosquimanos, los ju|’hoansi, habita en el norte de Botswana, el noreste de Namibia y el sudoeste de Angola. Excavaciones recientes realizadas en Dobe, Botswana, en la frontera con Namibia, por Alison Brooks y John Yellen apuntan a la habitación continua de la región ju|’hoan por cazadores-recolectores durante el menos varios milenios, y posiblemente hasta cuarenta mil años.

Al haber vivido durante miles de años en pequeños grupos muy dispersos en un subcontinente enorme, los pueblos bosquimanos desarrollaron muchas lenguas y dialectos aislados. Todas las lenguas, sin embargo, comparten la característica común de poseer consonantes en forma de prominentes chasquidos. Un examen detallado de la bibliografía lingüística sobre las diferentes lenguas con chasquidos figura en el libro de Lorna Marshall The !Kung of Nyae Nyae. Mientras que el !kung de los ju|’hoansi, con sus tres dialectos, es la lengua bosquimana hablada por más personas vivas, el |xam, que se habló en otro tiempo en la mitad occidental de Suráfrica, está ahora extinguido y nos es conocido solamente por los materiales escritos conservados por lingüistas y folkloristas.

Antes de que los colonos holandeses llegaran al Cabo de Buena Esperanza, es posible que entre ciento cincuenta mil y trescientos mil bosquimanos habitaran la totalidad del sur de África al sur del Zambeze. Durante los doscientos años posteriores a la llegada de los holandeses en 1652, los bosquimanos de Suráfrica se vieron abocados a la casi total extinción a causa de sus enconados enfrentamientos con los colonos.

Hacia el este, los bosquimanos también experimentaron algunos conflictos con los grupos de pastores bantúes. En este caso, sin embargo, muchos grupos se asimilaron mediante matrimonio con los pastores, en lugar de perecer en combate. En Botswana (en otro tiempo Bechuanaland), por ejemplo, los bosquimanos no fueron eliminados sistemáticamente, sino que se vieron asimilados, explotados, o tolerados por las tribus de pastores tswana. Los bosquimanos ju|’hoansi y otros grupos constituyen en la actualidad una pequeña minoría dentro de la república gobernada por los tswana, y sus poblaciones se concentran en las regiones más áridas del país.

La creación de la colección de folklore ju|’hoan

Este libro ofrece un grupo de relatos recogidos oralmente entre los ju|’hoansi de la Botswana occidental entre 1970 y 1972. Los relatos son parte de una colección formada a partir de varios grupos distintos de personas que mostraban diferentes grados de influencia de los pastores tswana y herero del oeste, así como de los colonos blancos. La mayor parte de los relatos proceden de un grupo de ju|’hoansi que tenían un contacto considerable con economías distintas de la caza y la recolección. Este grupo concreto llevaba una existencia semi-sedentaria en un lugar llamado Kauri, a unos veinte kilómetros al oeste del asentamiento tswana de Tsau, en el Distrito Noroeste.

Los relatos de viajeros que refieren los primeros contactos de los europeos con los bosquimanos, y los excelentes registros antropológicos de las últimas décadas, proporcionan el trasfondo de los relatos. Aunque las variaciones regionales en la cultura, y las variaciones dentro de los distintos grupos lingüísticos son vívidas y llamativas, existen sorprendentes similitudes dentro de la imagen que presenta cultura bosquimana a lo largo de todo el sur de África.

Arqueología y etnografía de los bosquimanos

Lo que podemos atisbar en los informes de los viajeros, colonos tempranos y misioneros sobre los primeros contactos, apunta a una forma de vida a grandes rasgos sorprendentemente similar a la que todavía en los años de 1950 documentaron los antropólogos en situaciones de primer contacto. Las Expediciones al Kalahari del Museo Peabody, y las Expediciones al Kalahari Peabody-Harvard Smithsonian, iniciadas en 1950 por la familia Marshall, encontraron grupos de ju|’hoansi en Namibia (entonces África del Sudoeste) que dijeron no haber visto nunca a bantúes, menos aún a blancos. Aunque existe un debate académico sobre esta cuestión, está claro que durante un largo periodo de tiempo estos grupos habían vivido como cazadores-recolectores en el Kalahari, sin agricultura o animales domésticos de ningún tipo. Ni siquiera tenían perros: su forma de cazar enfrentaba únicamente la pericia humana y un excelente veneno para las flechas destinadas a animales astutos y de gran tamaño. Más de la mitad de su alimentación la proporcionaban los alimentos vegetales recolectados por las mujeres.

Aunque inhóspito, el Kalahari es en algunos aspectos un entorno muy favorable para la recolección. Especialmente abundantes en este semidesierto son las plantas que poseen bajo tierra órganos nutritivos de almacenamiento. Estos proporcionan a la vez alimento y agua a quienes saben encontrarlas y desenterrarlas.

A lo largo de ocho expediciones entre 1950 y 1961, la familia Marshall y sus colaboradores estudiaron la estructura social de los grupos más independientes de ju|’hoansi y de otros grupos bosquimanos todavía activos. Sus estudios se centraron en torno a lo que Lorna Marshall dio en llamar el área de Nyae Nyae en Namibia, y generaron un número respetable de excelentes artículos y libros sobre la vida de los ju|’hoansi. Estos documentos no tienen precio, porque recogen la forma de vida de los ju|’hoansi antes de que el cambio empezara a acelerarse a causa del contacto cada vez más grande con el exterior.

Publicados en la revista Africa entre 1957 y 1969, los artículos se titulan “Las bandas de los bosquimanos !kung”, “El matrimonio entre los bosquimanos !kung”, “N!ow”, “Las creencias religiosas de los bosquimanos !kung” y “La danza curativa de los bosquimanos !kung”. Lorna Marshall ha publicado recientemente dos libros (The !Kung of Nyae Nyae [Los !kung de Nyae Nyae], Harvard University Press 1976; y Nyae Nyae !Kung Beliefs and Rites [Los ritos y creencias de los bosquimanos !kung], Peabody Museum of Archaeology and Ethnology, 1999) para juntar todos estos artículos y unirlos al resto de su obra.

El título original, Women like meat está tomado de la obra de Lorna Marshall.

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